Los churros con chocolate son una tradición deliciosa en nuestro país, y más ahora en estas semanas de tanto frío. Nos encanta levantarnos por la mañana y salir de casa para dirigirnos a la churrería más cercana. Podemos tomarlos allí o también podemos llevarlos a casa en unos envases para churros que sean cómodos y que sobre todo no dejen traspasar la grasa.
Historia de los churros con chocolate
Al contrario de lo que pueda parecer, el origen de los churros se sitúa en China. Concretamente en el ‘youtiao‘, un plato que se comía durante el desayuno y que consistía en unas tiras de masa frita y salada. La expresión se traduce como ‘demonio frito en aceite‘ y hacía referencia a Quin Hui, un funcionario de la dinastía Song y a su esposa, quienes se consideraban los ‘demonios’ responsables de la muerte de un general de renombre.
Cómo llegaron a España los churros con chocolate
¿Y cómo acabó llegando a España y convirtiéndose en churros? Según se cuenta, las visitas de los mercaderes españoles y portuguesas a China hizo que llegaran a la Península Ibérica. En un principio se convirtió en un plato típico entre la gente sin recursos que trabajaba en el campo. De hecho, se dice que el nombre de ‘churro’ se deriva del nombre de las ovejas churras, cuyos cuernos se parecían a la masa frita que se utilizaba.
Más tarde, y tras el descubrimiento de América, el cacao y el azúcar llegaron a la Península y se añadieron en el plato. Pasó de ser una comida típica de pastores a ser un manjar delicioso que eclipsó en todas las ciudades y ferias ambulantes. Y así nacieron las primeras churrerías.
Hoy en día podemos disfrutar de churros con chocolate en cualquier parte de la Península Ibérica. ¡Esperamos que este post te haya gustado!